sábado, mayo 14, 2005

domingo, mayo 01, 2005

Mi rubia favorita portada de Time

Ya he hablado anteriormente de una de mis mayores perversiones: Ann Coulter; en La belleza va por dentro y Ann Coulter está loca..., por ejemplo. Esta semana es portada de Time. Esta chica me pone, definitivamente:

El amigo Tony Blair

¿Por qué será que este video de propaganda electoral del Partido Laborista británico me parece que refleja tan fielmente lo que pasó en España (con perdón) el pasado 14 de marzo? La cara del gilipollas con el que se despierta la chica al principio es mismamente la de Zapatero... and so on. Quizá la FAES debería hacer más videos de este tipo y menos reportajes catastrofistas. Hagan clic en la imagen (via Johan Norberg):

lunes, abril 25, 2005

El cubo y la catedral

El biógrafo del Papa Wojtila, George Weigel, acaba de publicar nuevo libro: The Cube and the Cathedral: Europe, America, and Politics Without God, con el que viene a incidir en la visión de Robert Kagan de la diferencia entre Europa y los EEUU. Según el teólogo católico, la actual fractura no es sólo politico-militar, sino religiosa: los EEUU creen en Dios, Europa no.

Weigel explica su tesis usando la metáfora de la Catedral (Notre Dame) y el Cubo (el Arco de la Defense), ambos en París. La catedral parisina representa 1500 años de civilización cristiana que la nueva Constitución europea pretende borrar de un plumazo. El Arco de la Defense –monumento a los derechos del hombre y la laicidad impulsado por Mitterrand- representa la Europa moderna anticristiana. Ahí radica todo, afirma Weigel. Cuando la Europa laica echa al cubo de la basura sus orígenes y su historia cristianas se hace un continente débil, comodón, en crisis permanente de identidad, incapaz de desarrollar una politica economica, que no produce hijos, que está literalmente muriéndo. Los EEUU crecen y prosperan precisamente porque sitúan la moral religiosa en la base de su civilización y, sobre todo, porque piensan que sin Dios no hay verdadera política centrada en el bien común ni defensa de la libertad.
Los europeos creen en la democracia pero no hasta el punto de poner en juego su cómoda forma de vida para ayudar a defender y a expandir los valores democráticos (ahí están los casos de la Oriente Medio y Yugoslavia).

Para Weigel la muerte de Europa radica en haber convertido la practica del cristianismo en una condición de la que avergonzarse cuando no en una forma de quedar fuera del juego político (véase el llamado “caso Buttiglione”).

miércoles, enero 12, 2005

Impresión de destierro / Luis Cernuda

Fue la pasada primavera,
hace ahora casi un año,
en un salón del viejo Temple, en Londres.
Tras edificios viejos, a lo lejos,
entre la hierba el gris relámpago del río.
Todo era gris y estaba fatigado
igual que el iris de una perla enferma.

Eran señores viejos, viejas damas,
en los sombreros plumas polvorientas;
un susurro de voces allá por los rincones,
junto a mesas con tulipanes amarillos,
retratos de familia y teteras vacías.
La sombra que caía
con un olor a gato,
despertaba ruidos en cocinas.

Un hombre silencioso estaba
cerca de mí. Veía
la sombra de su largo perfil algunas veces
asomarse abstraído al borde de la taza,
con la misma fatiga
del muerto que volviera
desde la tumba a una fiesta mundana.

En los labios de alguno,
allá por los rincones
donde los viejos juntos susurraban,
densa como una lágrima cayendo,
brotó de pronto una palabra: España.
Un cansancio sin nombre
rodaba en mi cabeza.
Encendieron las luces. Nos marchamos.

Tras largas escaleras casi a oscuras
me hallé luego en la calle,
y a mi lado, al volverme,
vi otra vez a aquel hombre silencioso,
que habló indistinto algo
con acento extranjero,
un acento de niño en voz envejecida.

Andando me seguía
como si fuera solo bajo un peso invisible,
arrastrando la losa de su tumba;
mas luego se detuvo.
«¿España?», dijo. «Un nombre.
España ha muerto.» Había
una súbita esquina en la calleja.
le vi borrarse entre la sombra húmeda.